Los guardias pensaron que la pava había fugado de una de las casas, y por esa noche estaban de suerte porque al día siguiente comerían pavo al horno. Al momento de hacer querer subir la pava al patrullero opuso resistencia, por lo que optaron los guardias a golpear con garrote las alas de la pava y así lograron subirla. La llevaron a la comisaría y le reportaron al sargento de servicio el sorprendente hallazgo de la pava. Inmediatamente corrió el rumor del hallazgo de la pava y los guardias que no estaban de servicio fueron los primeros que se levantaron a hacer su aseo y miraron por la ventanilla del calabozo y grande fue la sorpresa que en vez de una pava vieron una mujer desnuda. De inmediato dieron parte al sargento, y efectivamente encuentran una mujer desnuda que tenía los hombros con moretones. Esta mujer le pidió al sargento que le preste un abrigo; entonces, el sargento pregunta a la mujer cuál era su casa y cómo es que ella estaba convertida en pava, y ella responde que es una bruja y es por eso que se convertía en un animal y que su esposo era un suboficial del Ejército y que la noche anterior su esposo estaba de servicio; y luego le pidió que la trasladasen a su casa antes de que llegue su esposo. La mujer le da los datos personales de su esposo. También le pidió al sargento que no dijera a nadie de lo sucedido; pero el sargento trató de ubicar al suboficial hasta que lo encontró y se fueron a un bar y mediante unos tragos el sargento le relató el caso de la mujer que era una bruja. Entonces el suboficial sabiendo lo de su mujer se hicieron buenos amigos y le pidió ayuda al sargento para descubrir el misterio de su mujer.
El sargento y el suboficial salieron con dirección al óvalo. Buscaban una explicación a lo sucedido y encontraron a un anciano vendiendo crucifijos) de acero; y el sargento pregunta al anciano "¿Cuál es la fuerza negativa para Satanás?"; el anciano respondió: "El crucifico de acero", y el suboficial compró el crucifico y el anciano le recomendó cómo usarlo y que siempre debía cargarlo, y su mujer o bruja no tenía que verlo.
Un viernes por la noche el suboficial se dio cuenta de que su mujer se alejó de la cama con bastante cuidado y se dirigió al ropero de dónde sacó un pequeño baúl que contenía unas velitas, un libro de magia, pomada y una estatuilla de oro en forma de gallito. La bruja pone la estatuilla en la mesa, lo cual había servido para hacer dormir mucho más profundamente a los que se encontraban en casa durmiendo. Su esposo no se durmió profundamente porque tenía el crucifico que contrarrestaba el encanto de la estatuilla y observó todo lo que su mujer hacía: Primero se desnuda, luego dice oraciones con palabras mágicas y malévolas, luego se frota el cuerpo con la pomada y abriendo los brazos comienza a flotar y sale volando por la ventana sin abrirla. O sea todos los pasos dichos anteriormente le permitían traspasar paredes, ventanas y todo tipo de muros como un ser espiritual.
El esposo luego de observar todo, comienza a repetir lo que hizo su mujer bruja y salió igualmente volando por la ventana hacia una oscuridad interminable, y fue percibiendo un sonido como de un silbido a medida que se iba acercando a la luz que vio de lejos, y el sonido iba aumentando. Al estar cerca se detuvo y vio perfectamente claro lo que pasaba. En esa luz se encontraban varias mujeres, dentro de ellas su esposa, danzando un ritual alrededor de Satanás. El esposo no pudo soportar el frío que hacía, y al eliminar gas votó la velita y sorpresivamente desapareció todo y comenzó a caer y caer, hasta que cayó en medio de un barranco rodeado por cactos, y la mujer bruja lo buscó y lo encontró allí, y lo llevó de vuelta a su casa. Entonces, el esposo sin más explicación le pidió el divorcio y se separaron para siempre y nunca más se volvieron a ver.
Es una historia escalofriante e interesante
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